La constancia y el valor del esfuerzo están siempre presentes en Andel, y para poder inculcar esos valores en los alumnos no solo estudiamos libros en el aula.
Con la primavera ya avanzada se empiezan a ver los frutos del trabajo que los alumnos de primaria han desarrollado en el huerto del colegio. Después del duro trabajo de quitar malas hierbas y sembrar, ahora vigilan y cuidan las plantas para que den el fruto esperado.
Cuatro variedades de tomate, berenjenas, pimientos italianos y de padrón (no sabemos si de los que pican o no), calabacines, pepinos, zanahorias, remolachas y rábanos esperan su momento de maduración perfecto para ser recolectados por los alumnos.
La paciencia es una virtud y los chicos descubren su valor cuando día a día ven como el cuidado de su huerto hace crecer la labor de sus manos.
Y además, las verduras salen riquísimas, como hemos podido comprobar más de una vez en el comedor de Andel.
Solicita información
close slider

Recuerde que puede consultar nuestra Política de Protección de Datos.