El martes 14 de mayo, celebramos la Graduación de los alumnos de la XIV promoción de 2º de Bachillerato, y, cómo suele ocurrir en estos casos, lo hicimos con sentimientos encontrados; por un lado con un cierto pesar, porque la Graduación tiene regusto de despedida y separación, dejando atrás muchos años de estrecha convivencia, de alegrías, de retos, de metas luchadas y casi siempre alcanzadas, de amistades que han fraguado firmemente.
En fin, muchos años compartiendo ilusiones y proyectos. Por otro lado, la Graduación de los alumnos de bachillerato ha constituido para todos – familias, profesores y alumnos- una ocasión de gran alegría, porque se recogen los frutos sabrosos de esa siembra que para muchos comenzó en 1º de Primaria, y que se ha ido regando, abonando, protegiendo y podando para culminar en ese plantel de cuarenta y dos jóvenes hombres, con corazón grande, con deseos de servir a la sociedad y a los demás, de trabajar para llenar de luz y de alegría un mundo a menudo difícil pero apasionante.
Jóvenes de la XIV Promoción de Bachillerato: ahora abrís los ojos a un apasionante futuro, académico y laboral, que os llevará, quizás, muy lejos geográficamente, aunque, sin duda, seguiréis muy cerquita de Andel en el corazón; éste seguirá siendo vuestro colegio, por muy lejos que os lleve la vida, porque el que una vez fue alumno de Andel, lo es para siempre.
Qué Dios os bendiga.