Querido antiguo alumno,
Quizá te sorprenda que yo, Andel en persona, te felicite personalmente y desee que pases junto a tus seres queridos una muy Feliz Navidad. Pero es que yo, tu colegio, ya tengo la madurez para hacerlo; en septiembre del año que viene cumpliré la mayoría de edad, 18 años desde que tus primeros compañeros (quizá tú mismo), abristeis mis puertas por primera vez.
Mi vida como colegio desde entonces sólo tiene sentido por la existencia de personas como tú, antiguo alumno de Andel, porque este colegio sigue siendo tu colegio, aquí está tu casa. Por aquí continúan algunos de tus viejos profesores de primaria, ESO y bachillerato o ciclos formativos que compartieron contigo tantas horas de clase. Ellos (con más canas y alguno con menos pelo) te estarán eternamente agradecidos a ti y a tus compañeros, antiguos alumnos de Andel. Porque te voy a revelar un secreto, aunque quizá siempre lo has sospechado: gracias a vosotros todos estos profesores han crecido como profesionales y sobre todo, como personas. Con la excusa de enseñar, estos maestros han aprendido valiosísimas lecciones de vida, gracias a ti y a todos los que habéis pasado en algún momento por Andel.
Te echo de menos, antiguo alumno de Andel, por eso me encanta cuando vienes a verme en algún día libre de tu ya apretada agenda de adulto, y saludas a tus viejos profesores y a mis queridos sacerdotes, aquellos que siempre tuvieron un momento para escucharte cuando estabas tan agobiado. Y así conoces también a los menos veteranos e incluso aún bisoños nuevos docentes, alguno antiguo compañero tuyo.
Mis instalaciones han ido cambiando ligeramente su aspecto, como corresponde a la maduración de un proyecto bien consolidado. Seguro que conoces de sobra las instalaciones deportivas y su nuevo aspecto grafitero y desenfadado. Hay también más arboles en el colegio, pero quizá aún no conozcas mi nueva ermita con la imagen de nuestra Madre la Virgen, que tantas oraciones espera recibir de los alumnos actuales y de todas las promociones que quedan aún por llegar. Nuestra Señora de Andel está esperándote también a ti, para que le lances y ofrezcas cualquiera de las oraciones y jaculatorias que aprendiste aquí para querer más a María.
Aquí en Andel sabes que se vive la Navidad con verdadera alegría. Escucha el precioso villancico que te comparto para que entre en ti un pedacito de nuestra alegría. Porque un año más nacerá un Niño en Belén. Espero que así lo vivas y lo celebres como se merece junto a los tuyos, muy cerquita del Niño Jesús.
¡¡¡¡Feliz Navidad!!!
