El pasado viernes 21 de marzo, el Colegio Andel celebró un emotivo acto de apadrinamiento que unió a los alumnos de primero de primaria con los de segundo de bachillerato. Este evento, que se convertirá en una tradición en nuestro colegio, busca fomentar la amistad, el compañerismo y el sentido de pertenencia al colegio entre los estudiantes de diferentes etapas educativas.
La ceremonia tuvo lugar en el salón de actos del colegio, donde se reunieron alumnos, profesores y familias para ser testigos de este significativo momento. Los más pequeños, llenos de emoción y nerviosismo, esperaban ansiosos la llegada de sus padrinos. Por su parte, los estudiantes de bachillerato, ya en la recta final de su etapa escolar, se mostraron entusiasmados por la oportunidad de guiar y apoyar a sus ahijados.
Durante el acto, los alumnos de primero de primaria entregaron una insignia del colegio a sus padrinos. Este gesto simboliza la unión y el compromiso que asumen los estudiantes de bachillerato para cuidar y acompañar a los más pequeños en su camino educativo. Las insignias, que llevan los colores y el emblema del colegio, son un recordatorio del orgullo que sienten por pertenecer a Andel.
A su vez, los alumnos de segundo de bachillerato entregaron un banderín a cada uno de sus ahijados. Este banderín, que representa los valores y la identidad del Colegio, es un símbolo de protección y apoyo. Los estudiantes de bachillerato se comprometieron a ser un ejemplo a seguir y a estar presentes en la vida escolar de sus ahijados, brindándoles orientación y amistad.
El acto fue acompañado de palabras emotivas por parte de un alumno de primero y otro de segundo de bachillerato, quienes destacaron la importancia de la convivencia y el respeto que viven en su colegio. Se enfatizó que el apadrinamiento no solo es un acto simbólico, sino una oportunidad para construir lazos que perduren a lo largo del tiempo. Los alumnos de bachillerato, al asumir este rol, se convierten en modelos a seguir, mientras que los más pequeños encuentran en ellos una fuente de inspiración y apoyo. También don Carlos Ulecia, como director del colegio, dedicó unas palabras para ambas promociones, la entrante y la saliente; haciendo hincapié en que Andel es una gran familia.
Al finalizar la ceremonia, se vivió un ambiente de alegría y celebración, con risas y abrazos entre los alumnos. Este acto de apadrinamiento no solo fortalece la relación entre diferentes generaciones del colegio, sino que también refuerza los valores que promovemos en Andel: la solidaridad, la empatía y el trato a los demás.
Andel se enorgullece de fomentar estas iniciativas que enriquecen la vida escolar y contribuyen a formar personas íntegras y comprometidas. Sin duda, el apadrinamiento del pasado 21 de marzo será un recuerdo imborrable para todos los participantes, un paso más en la construcción de una comunidad unida y solidaria.